FIRMA DE LIBROS

FIRMA DE LIBROS

DRAGONES

DRAGONES
Dragón en un vaso maya

sábado, 15 de diciembre de 2012

LLEGA LA NAVIDAD

En efecto, una vez más llega la Navidad. Este año es especialmente interesante para los mayistas porque finaliza un gran ciclo de trece baktunes. La confluencia del fin del año cristiano, del solsticio de invierno, de la Navidad católica y del final del gran ciclo maya, resulta verdaderamente fascinante. Ninguno de nosotros volverá a tener la oportunidad de asistir al fin de otro ciclo como este, ni siquiera veremos la terminación de un baktún nuevo, de modo que hay que celebrar este 13.0.0.0.0 que se avecina y brindar por el 4ahau 3kankín que da nombre al 21 de diciembre. En fin, no quería yo escribir sobre la complicación de la cronología maya sino desear una Feliz Navidad a todos los lectores de mis blogs. Con la esperanza de que el año próximo 2013, a pesar de terminar en una cifra que para muchos es nefasta, sea mejor y lleno de prosperidad. Mi heterónimo Bolnak seguro que estaría de acuerdo.

sábado, 10 de noviembre de 2012

EL HUNDIMIENTO

Leo en un periódico español la noticia de que investigadores de apellidos anglosajones han llevado a cabo un estudio profundo sobre estalactitas de una cueva de Belice, y que de tal estudio se desprende que hubo en la antigüedad un largo período de sequías, de unos cuatro siglos (sic), y que por ese motivo la civilización maya llegó a su fin. La simpleza de la noticia, y la cantidad de errores y contradicciones que contiene, me empujan a volver a hablar de este asunto. Evidentemente, algo muy grave debió suceder para que las grandes ciudades mayas del área meridional fueran abandonadas, e inmediatamente invadidas por la selva. Pero ese período de sequías me parece poco probable, primero porque tantos años sin lluvias, o con lluvias escasas o muy intermitentes, es algo sumamente extraño, que pudo cambiar definitivamente la faz del territorio. Sabemos por la arqueología que tal cambio no se produjo, algunas ciudades perduraron, y también muchas aldeas, donde estaban precisamente los agricultores, los primeros que tenían que haber desaparecido. No se han encontrado las grandes fosas con esqueletos que suelen denunciar un período de alta mortandad. Ni las huellas sistemáticas de enfermedades en ellos. Y, sobre todo, la civilización no se interrumpió en el norte y tampoco en el este, salvo algunos casos, debidos quizá a las mismas causas que provocaban abandonos de asentamientos desde comienzos del Clásico. La noticia del periódico incluye unas fechas del todo inadecuadas para una reseña del famoso colapso. En fin, a mi modo de ver esas estalactitas indican algún fenómeno local o regional, pero dudo mucho que se pueda generalizar. Habrá que seguir investigando un poco más.

martes, 30 de octubre de 2012

MÁS Y MENOS DE LA CRISIS

España atraviesa un difícil momento económico. Los llamados "recortes" afectan a casi todas las partidas del gasto público, muy especialmente a las que tienen que ver con cultura, investigación en humanidades y otros asuntos que muchos sociólogos, economistas y políticos consideran superfluos. Por eso, el trabajo arqueológico y las inversiones en conservación del patrimonio se han visto deteriorados en estos últimos meses. Cuando, además, las excavaciones arqueológicas se llevan a cabo en el exterior, digamos en América, a los problemas burocráticos habituales se suman los determinados por la escasez de fondos. Hay que ser un romántico empedernido, un entusiasta incansable, un vitalista pasmoso, para seguir trabajando en esas condiciones. Y eso es lo que hacen mis amigos de la Universidad de Valencia y de la Universidad Politécnica de Valencia, que siguen al pie del cañón del Proyecto La Blanca, en Guatemala, con una energía digna de un premio Nobel -si existiera para los arqueólogos-, aunque se les va notando cierto cansancio que yo, desde aquí, les animo a superar. Lo mismo se puede decir de mi amigo David Hernández, quien, desde la empresa Arbotante, lleva a cabo una labor extraordinaria por la arqueología, apoyándose también en su labor informadora y divulgadora en Facebook. David y su gente sacan ahora la revista GLYPHOS: imagínense ustedes, en este tiempo de desmoralización y declive, a alguien se le ocurre sacar una nueva revista de arqueología, es para gritar de gusto. Enhorabuena a los valencianos y a Arbotante, ojalá haya muchos más románticos como ellos, lo que hacen le reconcilia a uno con este feo tiempo en el que vivimos.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

EL TEATRO

Acabo de leer una noticia de prensa en la que se dice que los arqueólogos han encontrado un teatro de los mayas antiguos en el yacimiento de Plan de Ayutla. También veo la fotografía que se adjunta, aparentemente un espacio entre construcciones que podría ser un pequeño patio. Dicen los descubridores que el supuesto teatro pudo albergar a un centenar de espectadores aproximadamente. Bien, pues  me parece un buen momento para discutir brevemente esa posibilidad, la de asignar una función tan concreta a un recinto que no cuenta con otras informaciones (que yo sepa) adicionales, ni iconográficas ni epigráficas, ni asociaciones arqueológicas reveladoras. No se ven graderíos, al estilo del Mediterráneo, ni escenarios propiamente dichos, ni bambalinas o bastidores, ni camerinos o subterráneos o algo semejante. ¿Qué es, pues, un teatro? Obviamente, un lugar en el que se representa una historia o se lleva a cabo una exhibición con asistencia de público, y que cuenta con la disposición y los medios necesarios para facilitar ese uso. Los cronistas dijeron que los mayas de Yucatán eran muy aficionados a los "sainetes" y "entremeses", o sea, a las representaciones públicas de sucesos o cuentos. Y a veces se identifican algunas plataformas de las ciudades, que no presentan huellas de haber soportado otras estructuras, con los espacios elevados donde se hacían esas funciones. Tal vez fuera así, un sainete puede representarse en muy diversos tipos de espacios. Pero hablar explícitamente de un "teatro" significa asumir la definición más extendida de esa clase de construcciones, y me parece que no es éste el caso de Plan de Ayutla. No obstante, me encantará conocer más detalles de ese interesante hallazgo y poder así juzgar con mayor y mejor criterio. No en vano he defendido siempre el carácter eminentemente "teatral" de las ciudades mayas, como se pone de manifiesto en el libro que publiqué en la Editorial Complutense.

martes, 7 de agosto de 2012

Libros y valores

Muchas veces he comentado con mis amigos la notable situación de la industria editorial en España. Parece que se editan centenares de títulos cada año pero que muy pocos de ellos ven tiradas superiores a los mil ejemplares. La deducción es sencilla: las empresas creen que la variedad es el secreto para mantener las ventas; además, esas cifras muestran la escasez de lectores de libros y dan la sensación de que los compradores y lectores de libros son siempre los mismos, una activa minoría. Tal hecho prueba el fracaso del sistema educativo español, sólo cuando la mayoría de los ciudadanos de un país tiene la costumbre de leer libros y de poseer una biblioteca, pequeña o grande, en sus hogares, es cuando se puede afirmar que esos ciudadanos gozan de una buena educación. Los libros no excluyen, por supuesto, al cine o a la televisión, ni siquiera al ordenador o a las maquinas de jugar. Son cosas distintas y todas pueden convivir con armonía. Me pregunto si ese indicador, el pequeño número de lectores habituales, no está estrechamente relacionado con la llamada crisis de valores: incomunicación, agresividad, comportamientos descorteses, ausencia de tolerancia y generosidad, egoísmo exagerado, competitividad feroz, desprecio por los débiles, marginación de los ancianos o enfermos, destrucción del patrimonio común, falta de respeto y de civismo, y tantos otros males que nos aquejan y que añaden dureza y dificultad a la ya de por sí complicada tarea de salir adelante. Si no mejora la educación, en los colegios y en las casas, si no mejora la justicia, si no mejoran las leyes, si no cambian los criterios morales, si no se introducen conductas éticas como norma obligada en la política y en la economía, esta sociedad va camino del desastre. Recuperemos lo bueno del pasado y defendamos los buenos logros del presente. Entre ellos, la lectura, los libros, la cultura.

martes, 26 de junio de 2012

Un amable comentarista me pregunta qué editorial mexicana puede tener mi novela BOLNAK, EL MAYA. Supongo que Alianza Editorial distribuye sus publicaciones en México y en otros países de América. Hubo un tiempo en que existía una Alianza Editorial Mexicana, pero creo que ahora no. En México llegó a aparecer alguna traducción mía para la conocida editorial española. En fin, el mejor procedimiento en estos casos es hacer un pedido a un buen librero y esperar que traiga la obra solicitada, yo lo hago con frecuencia para libros franceses o estadounidenses. El problema es que aumenta el precio por los lógicos gastos de transporte. Por eso es bueno para los escritores publicar en editoriales que distribuyan en todo el ámbito hispanoparlante, y me consta que tanto Alianza como otras editoriales que han publicado mis libros, como Trotta, lo hacen, aunque ignoro hasta qué punto. Como es natural, tengo un interés máximo en saber qué opinan los lectores mexicanos y guatemaltecos de una novela que trata de retratar el ambiente de las sociedades prehispánicas de sus países. Espero, pues, reseñas y críticas en los medios de difusión o en revistas de divulgación histórica; y, por favor, los lectores no dejen de transmitirme sus opiniones y comentarios. Escribir una novela no es lo mismo que escribir un manual o un libro con pretensiones académicas; antes que enseñar deseo entretener, y no me interesa que nadie se plantee si era así como vivían los mayas, sino la posibilidad de asociar unas determinadas personalidades ficticias con una cultura del pasado, y, además, sobre todo, si el relato atrapa verdaderamente al lector, si despierta su curiosidad. Me importan las palabras, y algo menos el tema.

domingo, 20 de mayo de 2012

BOLNAK, EL MAYA

Por fin he podido ver realizado un viejo sueño. Esta semana que empieza llega a las librerías mi novela Bolnak, el maya, una obra que tiene mucho que ver con mi imaginación, que no pretende ser científica, ni siquiera histórica en el sentido de manejar una información indiscutible. Es una novela que reconstruye la vida maya en Yucatán allá por el cambio de siglo, entre el VIII y el IX, pero en un marco de aventuras y peripecias intelectuales y sentimentales. Son los mayas como yo imagino que pudieron haber sido, o como yo desearía que hubieran sido, y no tanto como fueron en realidad, como yo sé que fueron sobre la base de la documentación arqueológica que se puede manejar. He llenado a mi manera las muchas lagunas que existen sobre esa cultura, así que no se me puede culpar de inexactitudes o errores históricos, porque no es una obra histórica, es una obra de ficción avant la lettre, y lo que espero es que los lectores, después de recorrer sus páginas, sientan la curiosidad que yo he sentido siempre por esa fascinante y misteriosa civilización. Nada más, y nada menos. No trato de enseñar, trato de despertar el interés, de difundir ciertas ideas, y lo más importante para mí, trato de hacer pasar unos buenos momentos a los que decidan iniciar la lectura. Ojalá que con esta novela los mayas vayan acortando distancias en las preferencias de los aficionados a las antiguas civilizaciones con los omnipresentes egipcios, o los romanos, o los griegos. Y ojalá que los lectores recomienden la obra por lo que han disfrutado leyéndola.

miércoles, 25 de abril de 2012

AMERICANISTAS EN VIENA

A mediados de julio se celebra en Viena el Congreso Internacional de Americanistas. Hace ya bastantes años que no asisto a esta clase de congresos, creo que el último fue el de Varsovia. Son demasiado grandes, hay mucha gente y muchas sesiones, y tiene uno la sensación de que no puede abarcar todo lo que desearía. Esperemos que el de Viena esté bien organizado y sea posible aprovechar al máximo el viaje. Porque yo voy a ir, primero debido a la relativa cercanía, segundo debido a que Viena es una ciudad que me encanta, y tercero debido a que mis amigos valencianos dirigen unos simposia a los que me han invitado, y que yo he encontrado muy estimulantes e interesantes. Uno de esos simposia trata de la terracotas mesoamericanas, un arte poco estudiado y menos celebrado, sobre el cual todavía hay mucho que decir. El otro simposio se dedicará a la ornamentación arquitectónica, un asunto que, tanto abordado desde la Historia del Arte como desde la Arqueología, me parece fascinante y del que se pueden decir cosas verdaderamente innovadoras. Así que viajaré a la capital austríaca con ilusión y procuraré abrir bien los ojos y los oídos para aprender mucho. Es curioso, cuantos más años cumplo más me apetece aprender, y sólo siento no disponer de más tiempo cada día para devorar los muchos libros estupendos que caen en mis manos. Y hablando de libros, en esta fecha tan señalada, aunque ya no me caben en casa sigo sin poder resistir la tentación de comprar todos los bellos libros con los que me topo ¿alguien conoce una vacuna que frene esta alocada adicción?

viernes, 23 de marzo de 2012

LOS ESTUDIANTES

El otro día vino a cenar a casa una amiga francesa. Es profesora de Universidad y la conversación, como no podía ser de otra manera, se deslizó hacia los problemas universitarios. Mujer más joven que yo, veía de otra manera algunas cuestiones, pero también coincidíamos con frecuencia. Por ejemplo, nos parecía que los jóvenes estudiantes de hoy tienen muy poca preocupación por adquirir una formación amplia, que vaya más allá de sus propias carreras, eso que antaño se llamaba "cultura general". Por supuesto, la raíz de ese mal -a mí al menos me parece un mal, un empobrecimiento- está en la deficiente enseñanza primaria y media, y en la misma sociedad, que ha relegado la cultura a una afición exótica y poco rentable. La abundancia de mecanismos electrónicos, la mayoría usados para entretenimientos banales, y la extrema vulgaridad y vacuidad de la mayoría de los programas televisivos, son otros factores a tener en cuenta. Todo ello ha acabado casi por completo con la curiosidad cultural de los jóvenes. Claro es que por la curiosidad se llega al conocimiento, y por el conocimiento al espíritu crítico, y eso quizás no le interese mucho al poder político moderno.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Un terreno pantanoso

Discutía yo hace pocos días con una muy querida colega de la Universidad sobre el feminismo en la actualidad. Esta persona ha escrito sobre tales cuestiones desde la perspectiva antropológica y sociológica, pero sobre todo es una feminista convencida. Yo defendía la posición de la igualdad de oportunidades, real y eficaz, obviamente, para acabar con todo tipo de discriminaciones e ir generando un espíritu de auténtica normalidad en cuanto a la relación hombres-mujeres. Ella decía que la mujer sigue teniendo multitud de limitaciones en lo que atañe al acceso a los mecanismos de poder. Yo citaba los muchos casos históricos en que el poder ha estado en manos de las mujeres, incluso en sociedades con predominio masculino, desde Zenobia a la señora Thatcher, pasando por Isabel I de Inglaterra, la reina Victoria y tantas otras, hasta en la muy machista Pakistán, las mujeres fuertes de la Biblia, las reinas mayas que se van conociendo, y, por supuesto, nuestras recientes vicepresidentas o la presidenta de Argentina o la que lo fue en Chile. Claro es que así dicho casi parece un ardid, una coartada masculina para que parezca evidente la no discriminación. ¿Cuál será el futuro, cuál debería ser, y, para nosotros los arqueólogos, qué lección podemos extraer de la información que el pasado nos brinda?

martes, 10 de enero de 2012

Difusión, divulgación, trivialización

Defiendo desde siempre la divulgación de los resultados y avances de la arqueología, pero la insistencia y la inconsistencia de algunas ventanas públicas y populares me hacen a veces reflexionar sobre si tanta difusión no será realmente empobrecedora. Casi nunca me niego a las entrevistas en radio o prensa o televisión, porque creo que es el deber de los investigadores acercar lo que estudiamos al conjunto de la sociedad que nos financia, sin embargo hay ocasiones en que me duele la frivolidad con que ciertos periodistas acometen su tarea informativa. Viene todo esto a cuento, desde luego, de la fiebre del "fin del mundo" en el 21 de diciembre de 2012. Hay quien indaga con respeto en lo que los mayas antiguos pudieron decir, y hay quien ve solamente un motivo para chancearse de los crédulos que aceptan estas "absurdas" profecías como si fuesen leyes de la naturaleza. Los buenos entrevistadores, cultos e interesados de verdad, no son muy frecuentes, pero supongo que la burbujeante tarea periodística impone para cualquier cosa el mismo grado de superficialidad y relativismo. Un recorrido por Internet le deja a uno asombrado de la cantidad de bobadas que se escriben, sobre este asunto y sobre muchos otros, y no sé si es bueno que el público llegue a leer tanta morralla, no obstante todavía recuerdo aquello que afirmaba el castellano viejo: "que hablen de uno aunque sea mal". Egipto, por supuesto, es un caso más grave todavía, pero los mayas van por ese camino.